jueves, 16 de julio de 2009

Oo. Lo gris: especiales


La salvación de pocos fue la perdición de todos

Cuando la perdición de pocos podría haber sido la salvación de todos.


El miedo ante lo nuevo fue el fin de lo conocido

Cuando el fin de lo conocido podría haber sido el comienzo de lo nuevo.




Tres

Los efectos de la cepa del virus IFE, creada artificialmente en un laboratorio, no fueron testados con suficiente dureza y, cuando se decretó la vacunación obligatoria, no se conocían con exactitud todos los efectos secundarios. Sin embargo, la salvación que el virus IFE representaba en esos momentos era tan importante que, de haberse conocido un efecto secundario, los médicos lo hubieran ignorado. Conocidos o no, los efectos secundarios existían. Y no eran simplemente peligrosos: eran devastadores.

Además de no acabar eficazmente con la enfermedad, el virus IFE causaba inflamaciones y tumores que hacían que los vasos sanguíneos se estrecharan y la sangre corriera a más velocidad, aumentando la tensión arterial y acelerando el ritmo cardíaco, sobreestimulando al corazón. Esto se manifestaba en ojos rojos, venas marcadas y una constante sensación de ahogo debido a la falta de oxígeno. Debido al estrés continuo, el corazón llegaba a su límite, sufriendo arritmias o deteniéndose de golpe.

En los tratados con el virus IFE, en todas las poblaciones humanas, la mortalidad había ascendido en un 420%.

La cura IFE había sido una catapulta al cielo, pero también la consiguiente caída al infierno.

___

La noche se cerró sobre Alice, atrapándola en un mundo tenebroso.

Había caminado durante un tiempo, muchos minutos o pocas horas, pero su cabeza la había martirizado tanto que le habían parecido días. Finalmente se había derrumbado bajo un techo derruído, agradeciendo el poco cobijo que éste podía ofrecerle a pesar de las cucarachas. Había dejado de sangrar, pero su cráneo aún la atosigaba con continuas olas de un dolor intenso. No había comido desde la noche anterior, y la búsqueda de comida con Catherine había acabado en un desastre. De repente, Alice comprendió que, aunque estuviera vacunada y el virus IFE empezara a remitir en su cuerpo, eso no significaba que sobreviviría, porque ahora estaba sola. Totalmente sola. Fue consciente de que sus ojos, que habrían perdido pronto su tonalidad rojiza, la delatarían ante cualquier extraño como una persona sana, una de las pocas personas sanas.

Y no sabía qué brutalidad harían con ella al descubrirlo.

Sólo había una vía de escape: la Mansión Esperanza. El lugar con el que todos los infectados soñaban, el lugar al que todos los infectados maldecían. El único sitio donde el virus no había conseguido penetrar y donde se alojaban los vacunados del norte del país. Uno de los últimos bastiones en un mundo destruído.

Alice no sabía dónde estaba exactamente aquel lugar, aunque sabía que estaba lejos. Y, en aquel estado, no sabía si iba a conseguir alcanzarlo. La cabeza le dolía horrores, pero sabía que el dolor remitiría pronto gracias a la vacuna. Entonces, el martillo de la conciencia la golpeó brutalmente. Había matado a Roi. Pero también desechó aquello: Roi había matado a Catherine y hubiera hecho lo mismo con ella. Además, Catherine no había reculado al golpearla con una piedra. Qué fallo más tonto el de su amiga pensar que Alice no podría recuperarse del golpe a pesar del virus...

Alice se acurrucó un poco más en su pequeño hueco, teniendo que espantar a unos buchos: el viendo había arreciado. Era otoño, hacía frío y los harapos de Alice no servirían de abrigo. Ahora más que nunca, Alice añoraba la hoguera que su nómada encendía cada noche. Pero, claro, a estas horas ya la habrían echado en falta, a ella y a los demás, y habrían salido a buscarla. Sabía que había mantenido un ritmo penoso y que la podrían alcanzar rápidamente. Rezó para que no la persiguieran, pero sabía que su plegaria no alcanzaría más lejos que el cielo plomizo que parecía ergirse sobre las ruinas sujetado sobre unas vastas columnas de humo.

Y entonces sus temores se hicieron realidad. El viento helado hacía cantar al cristal y al betón de las ruinas, pero a pesar de ello había escuchado unos pasos. Muchos pasos. Estaba segura. De repente, su cabeza ya no dolía. Hacía poco que se había inyectado la vacuna contra el virus Inhibidor de Facultades Especiales, pero los efectos ya se notaban con fuerza. La capacidad autorecuperativa de Alice se había visto menguada durante mucho tiempo por el efecto del virus IFE, y una vez vacunada, volvía a ella con fuerza.

Los pasos se acercaban. No tenía sentido huír.

Alice pensó cómo podrían haberla descubierto. No había dejado rastro. No había dejado nada. Y entonces comprendió.

Cuando Thor, jefe de su nómada, se planteó ante ella y olfateó el aire por última vez, Alice temblaba.

-Te encontramos, pequeña. El maldito virus no ha acabado del todo con mi capacidad, al fin y al cabo –dijo socarrón al tocarse la nariz roja.

El mundo se Alice se derrumbó. Su olor y el viento la habían traicionado, y ahora ya no podría escapar.

Detrás de Thor, una veintena de ojos la observaban.

El brillo rojo en ellos era inconfundible.



Lo gris, parte 3: especiales.
Jens de Fries.

5 comentarios:

  1. Me gusta. Sobretodo lo de que los que tendrían que ser los "zombis" no son zombis. Son el equivalente cuerdo de los zombis. Y mola. Es algo que me parece muy original.

    Mola, mola, mola... Yo le pondría 6 soles, =)

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  2. Uooooo, va cogiendo forma chula =D
    Supongo que ya sabrás qué es lo que me gusta, ¿no?
    El hecho de que el virus ataque a las capacidades especiales que tiene la gente es original y me encanta ^^ Bueno, en realidad me encanta que tuvieran esos "poderes" y que algunos los sigan teniendo xD
    Es lo que más me ha llamado la atención.

    ¡Venga! Tengo ganas de leer más >_<

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  3. Adri: me alegro, gracias. ^^ Síi la verdad es que los zombies no me gustan mucho, así que los he ¿"sustituido"? por unos humanos temerosos de su propia muerte y un tanto salvajes.
    Cuántos soles. :DD!

    Aroa: wow, de verdad que me hace ilusión que te guste, porque como en esta parte se desvela lo que significa el virus IFE y todo lo que concierne a las capacidades sobrehumanas, me daba miedo que no tuviese buena acogida. Al menos a tí te gusta. ^^=

    Gracias a los dos por leerme (!).

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  4. Amo tu relato!!!!. Y la forma que va tomando de thriller médico, o no sé, no quiero clasificarlo sólo ver cómo fluye, y hasta ahora me encanta...

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